¿Qué es el gas radón y por qué es tan peligroso para tu salud?
El gas radón es un elemento químico radiactivo, incoloro, inodoro e insípido que se forma naturalmente por la descomposición del uranio presente en rocas y suelos. Este gas noble pertenece a la familia de los gases radiactivos y es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaco.
Características principales del gas radón:
- Es más pesado que el aire
- Se acumula en espacios cerrados y sótanos
- Puede penetrar en edificios a través de grietas y cimientos
- Su concentración varía según la geología del terreno
La peligrosidad del gas radón radica en su naturaleza radiactiva y su capacidad para desintegrarse en otros elementos radiactivos llamados «productos de desintegración». Cuando estos productos se inhalan, se adhieren al tejido pulmonar y continúan emitiendo radiación, lo que puede provocar daños en el ADN de las células y, eventualmente, desarrollar cáncer de pulmón.
Las zonas graníticas son especialmente propensas a tener altas concentraciones de gas radón, ya que el granito contiene naturalmente uranio. En España, regiones como Galicia, determinadas zonas de Castilla y León, y la Sierra de Guadarrama presentan niveles más elevados de este gas, lo que hace necesario implementar medidas de prevención y control en las edificaciones.
La exposición prolongada a altas concentraciones de radón puede incrementar significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Según estudios epidemiológicos, por cada aumento de 100 Bq/m³ en la concentración promedio de radón a largo plazo, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta aproximadamente un 16%.
Zonas de España con mayor concentración de gas radón: ¿está tu casa en riesgo?
El gas radón se concentra principalmente en zonas con suelos graníticos y pizarrosos, siendo Galicia, oeste de Castilla y León, y norte de Extremadura las regiones españolas con mayores niveles detectados. Estas áreas presentan concentraciones que frecuentemente superan los 300 Bq/m³, el límite establecido por la normativa europea.
Principales zonas afectadas por el gas radón
• Galicia: Especialmente las provincias de Pontevedra y Ourense
• Castilla y León: Zona oeste de Salamanca y Zamora
• Extremadura: Norte de Cáceres
• Madrid: Sierra de Guadarrama
• Cataluña: Algunas zonas del Pirineo
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha elaborado un mapa detallado que identifica las zonas de riesgo en España. Las áreas se clasifican en tres categorías según su potencial de radón: zonas de riesgo bajo (menos de 100 Bq/m³), medio (entre 100 y 300 Bq/m³) y alto (más de 300 Bq/m³).
Las viviendas más susceptibles son aquellas construidas sobre terrenos graníticos, especialmente las plantas bajas y sótanos. El riesgo aumenta en construcciones antiguas o con deficiente ventilación, siendo crucial realizar mediciones en estas zonas para determinar los niveles exactos de concentración.
Síntomas y efectos del gas radón: el asesino silencioso en tu hogar
El gas radón es particularmente peligroso porque es incoloro, inodoro e insípido, lo que hace imposible detectarlo sin equipos especializados. La exposición prolongada a este gas radiactivo puede provocar graves problemas de salud, siendo el cáncer de pulmón la consecuencia más severa.
Síntomas de exposición al gas radón
Los síntomas iniciales de la exposición al radón pueden ser sutiles y confundirse con otras afecciones respiratorias:
- Tos persistente sin causa aparente
- Dificultad para respirar o falta de aire
- Ronquera frecuente
- Dolor o presión en el pecho
- Infecciones respiratorias recurrentes
La exposición prolongada al gas radón puede provocar daños significativos en el ADN de las células pulmonares. Según la OMS, el radón es la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaco, siendo responsable de entre el 3% y el 14% de todos los casos de cáncer pulmonar, dependiendo de la concentración media nacional.
Los grupos de mayor riesgo incluyen personas que pasan mucho tiempo en sótanos o plantas bajas de edificios, especialmente en zonas geográficas con alto contenido de uranio en el suelo. Los fumadores expuestos al radón tienen un riesgo 25 veces mayor de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con los no fumadores.
La acumulación de radón es más común en espacios cerrados y mal ventilados, especialmente durante los meses de invierno cuando las casas permanecen más tiempo cerradas. Los niveles más altos se encuentran típicamente en sótanos, bodegas y plantas bajas, ya que el gas emerge del suelo y se filtra a través de grietas en los cimientos.
Cómo detectar y medir los niveles de gas radón en tu vivienda
Métodos de detección del gas radón
Para detectar la presencia de gas radón en tu vivienda existen dos métodos principales: las mediciones a corto plazo y las mediciones a largo plazo. Los detectores de corto plazo proporcionan resultados en un período de 2 a 90 días, mientras que los de largo plazo miden la concentración durante más de 90 días, ofreciendo resultados más precisos sobre la exposición real.
Los dispositivos más comunes para la medición del radón son los detectores de carbón activado, los detectores de trazas y los monitores electrónicos continuos. Los detectores de carbón activado son económicos y fáciles de usar, ideales para mediciones cortas. Los detectores de trazas, por su parte, son más precisos y se recomiendan para mediciones prolongadas.
Procedimiento de medición
Para realizar una medición correcta, los detectores deben colocarse en las zonas habitables más bajas de la vivienda, como sótanos o plantas bajas, ya que el radón tiende a acumularse en estos espacios. Es importante mantener el detector:
- A una altura de 60-180 cm del suelo
- Al menos a 50 cm de paredes y objetos
- Lejos de corrientes de aire y fuentes de humedad
- En una zona representativa de la estancia
Se recomienda realizar mediciones en diferentes épocas del año, ya que los niveles de radón pueden variar según las condiciones climatológicas y los hábitos de ventilación. Los valores superiores a 300 Bq/m³ (Becquerels por metro cúbico) requieren la implementación de medidas correctoras según la normativa europea.
7 soluciones efectivas para eliminar el gas radón de tu casa
Existen varias medidas probadas científicamente para reducir los niveles de gas radón en espacios interiores. Estas soluciones varían en complejidad y costo, pero todas han demostrado ser efectivas cuando se implementan correctamente.
Soluciones principales:
- Ventilación activa del suelo: Instalación de tuberías y un ventilador que succiona el gas radón debajo de la casa y lo expulsa al exterior
- Sellado de grietas: Cierre de todas las fisuras en suelos y paredes que estén en contacto con el terreno
- Presurización del espacio habitable: Creación de presión positiva mediante sistemas de ventilación mecánica
- Instalación de membranas anti-radón: Colocación de barreras específicas durante la construcción o renovación
- Ventilación natural: Apertura regular de ventanas y puertas para renovar el aire
- Sistemas de despresurización: Extracción del gas mediante presión negativa bajo la losa de la vivienda
- Pozos de ventilación: Excavación de pozos externos para desviar el gas antes de que entre en la casa
La ventilación activa del suelo y los sistemas de despresurización son considerados los métodos más efectivos, logrando reducciones de hasta el 99% en los niveles de radón. Estas soluciones requieren la instalación profesional pero proporcionan resultados permanentes.
Para viviendas con niveles moderados de radón, la combinación de sellado de grietas y ventilación natural puede ser suficiente. Es importante realizar mediciones antes y después de implementar cualquier solución para verificar su efectividad.
Normativa y legislación sobre el gas radón: lo que debes saber antes de comprar una casa
La normativa española sobre el gas radón se encuentra principalmente recogida en el Código Técnico de la Edificación (CTE), específicamente en el Documento Básico de Salubridad (DB-HS6) que entró en vigor en 2020. Esta regulación establece los requisitos básicos para proteger a los edificios contra la exposición al gas radón.
Zonas de riesgo y mediciones obligatorias
Según la legislación vigente, es obligatorio realizar mediciones de gas radón en las zonas consideradas de riesgo, especialmente en áreas con suelos graníticos. El CTE establece dos niveles de riesgo: municipios de zona 1 (nivel bajo) y zona 2 (nivel alto), siendo obligatorio implementar medidas de protección en las nuevas construcciones ubicadas en estas áreas.
Requisitos para nuevas construcciones
Las nuevas edificaciones deben incluir:
- Barreras de protección contra el radón
- Sistemas de despresurización del terreno
- Espacios de contención ventilados
- Mediciones periódicas en zonas de riesgo
El límite máximo permitido de concentración de radón en espacios habitables es de 300 Bq/m³ (Becquerels por metro cúbico), según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la normativa europea. Antes de comprar una vivienda, es recomendable solicitar un informe de medición de gas radón, especialmente en zonas catalogadas como de alto riesgo.
La normativa también contempla la obligatoriedad de incluir información sobre los niveles de radón en el Informe de Evaluación del Edificio (IEE) y en el certificado de eficiencia energética para edificios existentes en zonas de riesgo, siendo este un documento fundamental en cualquier transacción inmobiliaria.

